El venezolano Marwin González parece ser una figura en la mira de varios equipos en este mercado de agentes libres y los que lo han visto jugar o lo llamaron su compañero en los Astros durante las últimas siete campañas están muy contentos por ese hecho. Aunque no estarían contentos por la partida de González, se sienten bastante entusiasmados por la oportunidad que tiene el versátil jugador que surgió como un excelente pelotero con trabajo fuerte, inteligencia y el incansable esfuerzo para tener éxito.
González se convirtió uno de los favoritos en Houston durante un periodo de cuatro años en el que el equipo clasificó tres veces a la postemporada y conquistó una Serie Mundial en el 2017. Él es ese jugador que la mayoría de la juventud debería imitar — el que piensa primero en el equipo, es un profesional completo y es un buen compañero.
El legado de González en los Astros será el hecho de que pegó el jonrón más importante en la historia de la franquicia. Fue el batazo que dio el 25 de octubre del 2017 en el inicio del noveno episodio del Juego 2 del Clásico de Otoño.
Con Houston a un strike de estar abajo 0-2 en la Serie Mundial, González envió una recta del cerrador de los Dodgers, Kenley Jansen, sobre la cerca del jardín central para empatar un partido que al final los Astros terminarían ganando en 11 entradas. Sin ese bambinazo, es probable que no se hubiera visto un desfile de campeón en Houston pocos días después.
En este mercado de agentes libres, algunos fanáticos se preguntan si González encaja en su equipo favorito. Es de entenderse, es un muchacho agradable y es obvio lo importante que fue en los Astros. Los aficionados observarían la alineación de su club favorito y pueden pensar que no habrá suficiente tiempo de juego para González.
Este es el dilema con González. A estas alturas del año, todos tratan de descifrar dónde encajan los mejores agentes libres, desde Manny Machado defendiendo el campo corto de los Filis hasta Bryce Harper patrullando el bosque izquierdo de los Cardenales.
Es casi imposible llegar a una conclusión con González. Encaja en cualquier parte. Su llegada mejora a cualquier equipo.
El que necesite a un jardinero. González es la solución. El que necesite un intermedista, torpedero o inicialista. González también es la solución. Como su mejor amigo y compatriota José Altuve le dijo a Brian McTaggart de MLB.com la semana pasada: «Si tienes un problema, puedes contar con Marwin».
También como manifestó Lance McCullers Jr. durante la temporada: «Tiene argumentos para calificarlo como uno de los mejores jugadores en la liga».
O como lo señaló su dirigente AJ Hinch durante las últimas cuatro campañas: «Es de gran valor contar con un muchacho que puede jugar en cualquier parte».
Y González está dispuesto a hacer eso. También comprende que parte de su valor es su versatilidad y su capacidad de producir sin importar en qué posición juega. La temporada pasada, fue el jardinero izquierdo titular en 65 partidos, 29 como campocorto, 21 como primera base, 19 como segunda base y dos como antesalista.
Para demostrar su puesto en la historia: González es el primer jugador en las Grandes Ligas en tener cuatro campañas con al menos 10 partidos en cuatro posiciones; guardabosque izquierdo, campocorto, inicialista e intermedista.
Con el bate, González es uno de los mejores. Tras un repunte en la segunda mitad, en esta postemporada bateó .333 con dos dobles, dos cuadrangulares y nueve remolcadas en ocho compromisos.
González también tiene un gran apetito por seguir mejorando, buscando consejos de varios compañeros, desde el puertorriqueño Carlos Beltrán en el 2017 a Altuve y otros en el 2018.
Otra parte del legado de González es que el mejor momento que los Astros han tenido llegó después de que Jim Crane compró el equipo en el 2011 y la contratación de Jeff Luhnow para que tomara las riendas de las operaciones de béisbol.
Luhnow estaba al mando por apenas unos días cuando realizó su primera transacción: Adquirió a González, una selección del Draft de la Regla 5, desde los Medias Rojas a cambio del lanzador mexicano Marco Duarte.
González tenía 22 años de edad en ese momento y permaneció con los Astros en cada paso desde su reconstrucción, dos temporadas consecutivas con al menos 100 derrotas en el 2011 y 2012 hasta dos campañas con más de 100 triunfos en el 2017 y 2018.
Ahora parece que ambas partes tomarán rumbos diferentes. El club de Houston adquirió al infielder cubano Aledmys Días de los Azulejos el sábado para que sea el utility ahora que Luhnow trata de mantener a su equipo competitivo y a la vez contar con flexibilidad en su presupuesto.
Todos ya están acostumbrados a ver a jugadores cambiar de equipos. Para muchos de los seguidores de los Astros, será una clase de golpe cuando vean por primera vez a González vestir otro uniforme. La ciudad lo ve como casi como un familiar y ese es el mayor elogio que un jugador puede recibir.
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