Fue el último minuto del partido de pretemporada entre Filadelfia y Dallas, con los 76ers al frente por cuatro puntos y con la posesión del balón. Miles de fanáticos gritaban “defensa” a todo pulmón.
Una escena conocida, pero con un detalle inusual: el partido era en China.
“Fantástico”, se expresó maravillado Dirk Nowitzki. “Te demuestra que tenemos aficionados en todas partes”.
Esos fanáticos en el exterior siguen aumentando.
La NBA lleva cuatro décadas montando partidos de su pretemporada o la campaña regular fuera de sus fronteras. Sus iniciativas no dejan de expandirse. La liga ha abierto 12 oficinas alrededor del mundo, con siete academias en cuatro continentes. Los partidos se transmiten en más de 200 países y territorios.
Esta temporada, la NBA volverá a México e Inglaterra para partidos de la temporada regular. Los 76ers y Mavericks disputaron partidos de pretemporada en China.
“Creo que podemos ser el deporte número uno del mundo”, se aventuró a pronosticar el comisionado de la NBA Adam Silver. “Cuando veo la trayectoria de crecimiento que tenemos, la realidad que se palpa en los jóvenes, niños y niñas, que siguen fascinados con este deporte, que lo juegan, que siguen el baloncesto en las redes sociales y juegos en línea, no sé cuál es el techo”.
Los números que esgrime la NBA son impresionantes: 300 millones juegan el deporte solo en China y el vertiginoso crecimiento en India durante la última década en un país que está convertirse en el más populoso del plante para 2025. También está el estimado de 1.000 millones de personas, básicamente 1 de cada 7 seres vivos, tuvieron alguna manera de ver la serie final de la NBA.
Pero en términos de la popularidad global, el fútbol es el número uno. El modelo de academias de la NBA calca lo hecho por los clubes de fútbol durante años. Varios de esos clubes han abierto academias en Estados Unidos, y la NBA está llevando sus academias a otras partes del planeta.
Simon Chadwick, profesor de empresa deportiva de la Universidad de Salford en Manchester, Inglaterra, instó tener cautela con respecto a los datos sobre China. Acotó que el empuje de la NBA en China es obvio, pero que la liga aún necesita esforzarse “en los nuevos mercados del deporte” si la visión de Silver de desplazar al fútbol se puede hacer realidad.
“Una estrategia acertada en todos estos territorios será un factor crucial en cualquier crecimiento de la popularidad global del deporte”, dijo Chadwick. “¿Será el básquetbol el deporte número uno en el mundo? No es inconcebible, aunque es poco probable — el menos a corto y mediano plazo. Se necesitará de compromiso total, una gestión meticulosa, una planificación detallada y buen criterio para que sea exitoso”.
La pasión por la NBA en China es algo que no se entendería hasta que se vive en persona.
Marvin Johnson se mudó de Miami a China en 2017 para enseñar y entrenar en una academia.
Lo primero que vio al desembarcar en Beijing fue una gigantesca tienda Li-Ning que básicamente era un santuario a Dwyane Wade, el escolta del Heat de Miami que firmó un contrato vitalicio como rostro publicitario de los productos de la marca china.
“Cada vez que sales a jugar baloncesto en una cancha en China puedes ver camisetas de todos los colores de la NBA”, contó Johnson. “Si le preguntas a un chino, no te pueden identificar a jugadores del campeonato chino, pero te recitan sus jugadores favoritos de la NBA en un instante”.
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