Difícilmente las Grandes Ligas y el sindicato de peloteros alcanzarán pronto un consenso sobre un posible cambio en las reglas del béisbol, a fin de agilizar el ritmo de los juegos. Las discusiones podrían prolongarse incluso hasta la víspera de los entrenamientos de pretemporada.
Dan Halem, subcomisionado de las mayores, dijo el jueves, día en que concluyeron las reuniones anuales de los gerentes generales, que no hay un acuerdo todavía sobre los eventuales cambios. Se llevarán a cabo más discusiones la semana próxima, cuando los dueños de los equipos se reúnan en Atlanta.
El tema podría seguirse abordando a finales de noviembre, cuando sesione la junta directiva del sindicato, y a mediados de diciembre, cuando los ejecutivos de las Grandes Ligas concurrirán en Las Vegas para las reuniones invernales.
Entre otros temas a discusión está el incremento en el uso de los cambios defensivos, la reducción de los innings que laboran los abridores y la tecnología que ayuda al robo de señales. Se aborda también la posible implementación de un reloj de 20 segundos para limitar el tiempo que pasa entre cada pitcheo, así como alteraciones a las reglas de waivers, fechas límite de canjes y listas de lesionados, en un deporte reacio a los cambios.
“Somos un producto de la industria del espectáculo. Ciertamente queremos jugar este deporte en una forma que sea atractiva para nuestro público, incluidos los más jóvenes”, dijo Halem. “Analizamos constantemente la forma en que el deporte cambia de forma orgánica, y buscamos el equilibrio entre los temas de competencia, en un mundo en que nuestros clubes y gerentes hacen todo lo posible por ganar, frente a lo que esas decisiones generan en términos del producto en el terreno. Y no es fácil alcanzar ese equilibrio, pero trabajamos muy duro para buscarlo”.
Un acuerdo con el sindicato es necesario para modificar las reglas de inmediato. Sin embargo, la dirigencia tiene el derecho de implementar en forma unilateral una nueva regla de juego si la notifica un año antes.
El comisionado Rob Manfred estaba en posibilidades de implementar el reloj de pitcheos para 2018, pero desistió luego que el sindicato se negó a aceptarlo. Manfred conserva la capacidad de adoptar la medida en 2019.
Las Grandes Ligas sí impusieron límites en el número de visitas que pueden realizarse al montículo sin relevar al pitcher en 2018. La duración promedio de un juego de nueve innings bajó de tres horas, cinco minutos y 11 segundos en 2017 a 3:00:44 en el presente año.
Pero en los playoffs, el promedio se elevó de 3:29:28 a 3:34:50.
“Esto va en la dirección correcta”, afirmó Halem.
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