Jared Goff lanzó un pase de 40 yardas a Gerald Everett, para el último touchdown del festín ofensivo que no se pudo realizar en México, y los Rams de Los Ángeles superaron el lunes 54-51 a los Chiefs de Kansas City.
El duelo, que se anticipaba espectacular pero que debió mudarse de sede ante el mal estado del césped del estadio Azteca, rebasó incluso las expectativas. Desde 1985, no se llevaba a cabo un duelo de lunes por la noche en el Coliseum de Los Ángeles.
“Fue un remolino”, afirmó el entrenador de los Rams, Sean McVay. “Creo que necesitaremos un par de tragos para relajarnos esta noche, pero fue grandioso. Esto es lo que nos encanta de este deporte”.
Patrick Mahomes lanzó seis pases de touchdown en otra exhibición asombrosa con los Chiefs (9-2). Sin embargo, vio interceptados dos de sus envíos en los últimos 1:18 minutos.
El pase decisivo de Goff a Everett llegó a 1:49 del final. Los Rams (10-1) lograron preservar la delantera y triunfaron en el partido de lunes por la noche con más puntos en la historia.
Jamás en la historia de la NFL los dos rivales en un encuentro habían anotado 50 puntos.
Goff pasó para 413 yardas y cuatro anotaciones, mientras que Marcus Peters y Lamarcus Joyner consiguieron intercepciones en las postrimerías del duelo para que los locales salieran adelante.
El duelo con más puntos durante esta campaña en la NFL incluyó 1.001 yardas en forma combinada y estrategias ingeniosas por parte de dos astutos entrenadores, Andy Reid y McVay.
Los árbitros marcaron 21 castigos. Hubo tres touchdowns conseguidos por las defensivas en forma combinada.
Si resulta que estos dos equipos terminan enfrentándose en el Super Bowl, Atlanta debe prepararse para albergar un encuentro propio de un videojuego, entre dos de los conjuntos más electrizantes de la liga.
“Éste ha sido uno de los partidos más emocionantes en los que he participado”, comentó McVay. “Fue simplemente un partido muy competitivo con mucho fútbol de alto calibre en todos los aspectos”.
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