James Harden considera que debería mencionársele como candidato a obtener el premio al Jugador Más Valioso por segundo año consecutivo. El jueves, acumuló méritos para ello.
Harden prodigó 45 puntos y seis asistencias para que los Rockets de Houston obtuvieran su octavo triunfo en nueve compromisos, al doblegar 127-113 a los Celtics de Boston.
“Desde luego, yo debería estar en esa conversación”, opinó Harden. “He recibido muchas muestras de odio, pero ello no impedirá que salga ahí y juegue a morir cada noche, como el perro que soy. Pueden mencionarme a algunas otras personas que pueden estar en esa conversación, pero si somos realistas, esto viene de vuelta”.
Harden, quien jugó pese a resentir un golpe en la pantorrilla izquierda, logró 17 tantos en el primer periodo y finalizó con 11 encestes en 26 tiros de campo, incluidos nueve de 18 triples.
“Uno intenta esos disparos, confía en que entrarán, y entrarán”, señaló. “A veces no entrarán, pero la mayoría sí. Sólo tengo que seguir intentando y trabajar”.
Clint Capela añadió 24 unidades y 18 rebotes a la causa de los Rockets, mientras que Eric Gordon sumó 20 puntos.
Houston acertó el 48% de sus tiros para mejorar a cuatro juegos por encima de la marca de .500, la mejor foja que ha tenido en la temporada. Los Rockets terminaron embocando 18 de sus 45 disparos de tres puntos.
Harden ha anotado al menos 30 puntos en ocho duelos consecutivos. Se trata de la mayor racha de esta índole desde que Russell Westbrook hilvanó ese mismo número de partidos en noviembre de 2016.
En seis encuentros al hilo, Harden ha anotado por lo menos 35 puntos, la seguidilla más larga de este tipo desde los seis encuentros conseguidos por Carmelo Anthony en abril de 2013.
Kyrie Irving totalizó 23 unidades y 11 asistencias; Marcus Morris añadió 19 tantos antes de ser expulsado a la mitad del cuarto periodo, y Jaylen Brown contabilizó 18 puntos como reservista por Boston, que acertó el 47% de sus disparos pero fue superado por 54-38 en el rubro de rebotes.
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