El camino hacia el profesionalismo del receptor de Las Mayores Francisco Mejía no fue fácil. Por su estatura varios entrenadores le negaron unirse a sus ligas.
El nativo de Baní, que tiene una estatura de 5-10, cuenta que lo rechazaron por pequeño: “Me hacían bullying, pero encontré una liga en Boca Chica que me aceptó”.
“Tú eres muy pequeño, nosotros te avisamos, te llamamos, me decían. Pero nunca llegó esa llamada”.
Mejía que juega actualmente con las Estrellas Orientales, dice que nunca bajó la cabeza por su motivación principal, sus padres.
“Ellos me daban la motivación cada día, mi mamá enferma. Mi madre Milagros Mejía sufre del corazón, le han hecho par de operaciones, en los riñones y la rodilla”, señala.
“La salud de mi mamá fue el motor para seguir para adelante, nunca paré y cuando me dieron el chance de firmar, no dije que no”.
Narra el momento que le dijo a su madre lo de sus firma: “Fui a la casa, le expliqué. A ella se le salieron las lágrimas, porque pensaba que era mentira, ya que lo tenía oculto.”
Fue firmado en el 2012 por los Indios de Cleveland por US$ 350,000 por Ramón Peña.
“Ya el béisbol se ha abierto ya no es el tamaño, sino el talento en el juego. José Altuve es uno de los jugadores más chiquitos de las Grandes Ligas y nos ha abierto la puerta a nosotros”, expresa.
Mejía define la temporada del 2018 en las Grandes Ligas como un aprendizaje con muchos veteranos.
“Eric Hosmer, Freddy Galvis, Edwin Encarnación, el tiempo que estaba en Cleveland, Francisco Lindor y José Ramírez”.
Un consejo que Hosmer le dio: “Muchas veces después del juego cuando me veía mal siempre bajaba la cabeza, él me llamó y me dijo este es un juego de todos los días, tienes que seguir adelante.”
En la recepción aprendió del boricua Roberto Pérez de los Indios, le enseñó como deber ser su relación con los lanzadores y en la defensa.
“Espero que mi salud me ayude y poder competir en los entrenamientos, hacer el equipo y buscarme un puesto”.
En el 2018 jugó con dos equipos en la Grandes Ligas: Indios de Cleveland y Padres de San Diego, bateó .258, con 3 jonrones, 8 remolcadas y .OBP de .258.
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