Bill Buckner, un productivo bateador zurdo que conectó más de 2,700 hits durante una carrera que se extendió por cuatro décadas pero que para muchos es recordado por su crucial error en el Juego 6 de la Serie Mundial de 1986 entre sus Medias Rojas y los Mets, murió el lunes a los 69 años.
Buckner estaba batallando con un caso de demencia y estuvo rodeado por sus seres queridos antes de fallecer, le dijo su esposa Jody a ESPN. Fue un admirado compañero de equipo y un valioso infielder y jardinero con los Dodgers, Cachorros, Medias Rojas, Angelinos y Reales durante 22 temporadas, repartidas entre 1969 y 1990.
Buckner fue campeón de bateo de la Liga Nacional en 1980, cuando tuvo promedi de .324 por los Cachorros, y asistió el Juego de Estrellas representando el Viejo Circuito en 1981.
Sin embargo, fue el rodado de Mookie Wilson que le pasó por debajo del guante en aquel partido en el Shea Stadium, y que le permitió a Ray Knight anotar la carrera ganadora para los Mets en la parte baja del 10mo inning, el que terminaría siendo el momento más recordado en la carrera de Buckner.
Aunque los Mets completaron la remontada en el Clásico de Otoño ganando también el Juego 7, Buckner terminó siendo perdonado y recibido con los brazos abiertos por los aficionados de los Medias Rojas gracias a la clase con la que se manejó tras la desafortunada jugada.
Los fanáticos de Boston le brindaron una ovación de pie cuando regresó al equipo como agente libre en 1990. Años después, participó en la ceremonia para guindar la bandera de campeones de la Serie Mundial del 2007 antes del primer juego de la campaña siguiente y también fue ovacionado.
Buckner se retiró con 2,715 hits de por vida y casi el mismo número de boletos (450) que de ponches (453). Sus 1,994 sencillos lo ubican entre los primeros 50 en la historia de las Grandes Ligas. Lo sobreviven su esposa y sus tres hijos, Brittany, Christen y Bobby.
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