Yu Darvish abandonó el montículo tras regalar cuatro boletos, pero negó estar preocupado. Al menos se sintió bien, lo que contrasta respecto de su primera temporada con los Cachorros, plagada de lesiones.
“No sentí dolor”, comentó el japonés el martes. “Eso es algo muy bueno”.
Darvish laboró apenas una entrada y un tercio ante Arizona pero no permitió un solo hit. Fue la primera vez que enfrentó a bateadores de las Grandes Ligas desde mayo. Su última salida como parte de la rehabilitación en las menores se remonta a agosto, un mes antes de someterse a una cirugía artroscópica en el codo derecho.
Cuatro veces elegido al Juego de Estrellas con Texas, Darvish tuvo una foja de 1-3 y una efectividad de 4.95 en ocho aperturas de la campaña anterior con los Cachorros. Fue su primera temporada con el club desde que firmó un convenio por seis años y 126 millones de dólares.
“Esta fue como la primera apertura en mi vida”, afirmó. “No he lanzado en los últimos siete meses. Estaba muy emocionado”.
Darvish efectuó 36 lanzamientos, de los que sólo 17 fueron strikes. Sin embargo, una de sus rectas alcanzó las 96 mph, lo que constituye una mejoría significativa respecto de su última salida en las menores, el año pasado.
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