Madison Bumgarner tenía pautado tomar el montículo del Oracle Park la noche del jueves para el primero de la serie entre los Gigantes y los Mets, en la que sería la 133ra apertura de su carrera en casa.
Pero también podría ser la última suya con el uniforme de los Gigantes.
Bajo esa nube ha hecho Bumgarner cada salida durante las últimas dos semanas, con la fecha límite para cambios (31 de julio) cada vez más cerca. A pesar de que los Gigantes han ganado 12 de 14 para recuperar terreno en la carrera por el Comodín de la Liga Nacional, todo apunta a que el club será vendedor.
Aunque admitió que no siempre ha sido fácil, Bumgarner pone esa posibilidad a un lado cada vez que sale a lanzar.
“Yo lo que decidí es que hasta que me lo quiten (el uniforme de los Gigantes), no voy a pensar en eso”, le dijo Bumgarner a MLB.com. “El enfoque es algo bien importante para mí. Creo que eso es un foco negativo para lo que estamos tratando de hacer aquí, que es ganar juegos. No estoy enfocado en si es mi última salida o no, o si van a decidir cambiarme o no”.
Además de sus gestas en postemporada, especialmente durante el título del 2014, Bumgarner es el segundo pitcher con más ponches en la historia de la franquicia desde que los Gigantes se mudaron San Francisco en 1958, con 1,712. Su efectividad de por vida es 3.09, y su efectividad en playoffs es de 2.11 en 16 juegos (14 aperturas).
Bumgarner dijo que la reciente racha positiva de los Gigantes le ha hecho más fácil bloquear los rumores de cambio, y que mientras esté lanzando para San Francisco, la meta es llegar a la postemporada como miembro del club.
“Yo creo que he hecho un buen trabajo bloqueándolo”, aseguró Bumgarner. “A veces es más fácil decirlo que hacerlo, claro. Pero ganar cura todo. Yo sólo estoy tratando de ganar el juego, sin importar lo que vaya a pasar (con su futuro). Sólo podemos controlar lo que está pasando en este momento”.
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